Duro examen de ingreso

Ante el rival más difícil de la serie, Uruguay estuvo tan cerca de la victoria como de la derrota

Uruguay debutó en el Mundial empatando 1 a 1 con Polonia, que resultó un rival muy duro, ante el cual los celestes estuvieron tan cerca de la victoria como de la derrota.

AUCKLAND.-- Frente a un durísimo adversario, en un muy complicado partido, Uruguay logró un trabajoso empate en su debut en la Copa del Mundo Sub 17.

Y para empezar, teniendo en cuenta lo que se vio en la cancha, lo que expusieron ambos equipos, debe resaltarse claramente que no está nada mal esta igualdad ante una potente Polonia.

Sobre todo porque hubo momentos en los que se temió que el final no fuera para nada feliz. Sin perjuicio de que Uruguay tuvo sus muy buenos períodos, justo es precisar que Polonia hizo honor a los méritos que le llevaron a convertirse en vicecampeón de Europa.

Los celestes no despegaron bien. Se encontraron con un rival muy potente, con gente habilidosa y muy dinámica. Entonces, se vieron acorralados, rodeados y les costó una enormidad salir del encierro.

El equipo europeo ametralló por arriba y por abajo. Incursionó por las bandas, buscó las diagonales y también quiso sacar provecho de su altura. Uruguay pasó zozobras durante los 20 minutos iniciales. Allí no encontró la pelota y apostó al pelotazo cruzado en busca de Horacio Peralta.

Precisamente, con la explosión de éste jugador, comenzó a salir del asedio y empezó a emparejar las acciones. Alguna buena maniobra de Alvarez, más un chispazo de Leguizamón y las subidas de Lapolla y Alonso, le permitieron a Uruguay terminar con el ahogo inicial.

El trámite cambió sustancialmente, los dos llegaron con serio peligro sobre el arco del rival y la apertura del tanteador estuvo muy cerca. Leguizamón se lo perdió tirando por encima del travesaño, cuando quedó mano a mano con el arquero, y Pawel Brozek falló en un cabezazo en el área chica, ante la salida de Martín Silva.

El ida y vuelta transformó a los minutos finales del primer período del encuentro en emocionante y electrizante. Pero mucho más espectacular arrancó en el segundo tiempo.

Uruguay volvió a aprovechar un descuido de la retaguardia polaca (uno de los pocos defectos de este fuerte elenco europeo) y se puso en ventaja a los 46 minutos con una veloz aparición de Sebastián Alvarez. Un minuto más tarde, Peralta quedó de cara al gol, pero su remate se fue apenas por arriba del travesaño. Ese tanto bien pudo liquidar al conjunto europeo, a quien le costó, incluso, recuperarse del primer golpe.

Pero, superado ese período de shock, Polonia tomó otra vez las riendas del partido y se fue con todo en busca de la igualdad.

La misma, la consiguió con un impresionante gol de Madej, quien de zurda la colocó en el ángulo izquierdo del arquero uruguayo.

El empate volvió a convertir al partido en un formidable juego de permanentes acciones de riesgo. Polonia siguió llegando con pelota dominada, Uruguay buscando las espaldas de los zagueros.

Olivera, de pobre partido, se perdió la oportunidad de convertir un gol en el área chica, al ensayar un débil remate a las manos de Kapsa; pero también fracasó Pawel Brozek, cuando quedó mano a mano con Silva. Jacques tuvo su oportunidad, como luego tuvo la suya Zawadzki.

En fin, los dos tan cerca del triunfo como tan cerca de la derrota. Fue peleado, duro, cada uno tuvo su momento y no lo aprovechó. Y una muestra de que tan mal no les fue, la dieron los minutos finales, en los que ambos se preocuparon por conservar el empate.

Uruguay arrancó el Mundial con un empate. Mantiene sus ilusiones de seguir en carrera y, a juzgar por lo visto en la serie, ya enfrentó al rival más difícil.

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